diciembre 11, 2012

Mi perra y la llegada de Martín

En la madrugada de un día Viernes encontramos a Dominga en la calle, estaba sucia y un poco herida, lloraba pidiendo ayuda y quería subirse al auto. Entendimos que estaba perdida o algo así, la subimos al auto pensando que amanecería y ya sabríamos que hacer con ella. 

Para resumir, Dominga llegó a nuestras vidas a prepararnos en la responsabilidad de tener una mascota, y mas aún en departamento, eso significa sacarla a hacer sus necesidades en la mañana y en la noche, pasearla para que no se estrese y darle el cariño suficiente para que no eche de menos en la soledad de su día. Ella nunca quiso hacer sus necesidades en la terraza del depto, por lo que a veces salíamos a carretear en la noche y a la hora que llegáramos había que sacar a Dominga, fuese la hora que fuese. También saber pasearla en fin de semana, llevarla al parque, a correr, aire libre, etc.

Dominga era la guagua de la casa, nuestra compañera fiel, mimada, que nos acompañaba a todos lados.
Con la llegada de Martín, empezaron los comentarios de la familia, que haríamos con ella?. Nuestra respuesta siempre era, y qué piensan que vamos a hacer? echarla? dársela a otra familia?, si nosotros la recogimos, es parte de nuestra familia y todos debían entender eso. Costó mucho, ya que todos se preocupaban de los pelos de Dominga, que se pusiera celosa, que podría hacerle algo al niño, de que debía quedarse fuera de casa, etc.
Ni siquiera nos cuestionamos la salida de Dominga, ella era parte de la familia, no seríamos 3 sino 4.

Y así fue como nos preparamos :

Dominga dormía en un puff en nuestra pieza, varios meses antes de que naciera Martín la sacamos de la pieza, nos llevamos el puff a la casa de mi suegra para que no lo extrañara y le compramos una camita cómoda, nueva y bonita que ella recibió feliz.
Cuando estaba con mi panza grande ya, empezamos a trasladar el cariño, era yo siempre quién mas la mimaba y acariciaba y le pedí a Pancho, mi marido que empezara él a asumir este rol, así ella no me extrañaría tanto porque al menos los primeros meses uno pasa con la guagua en brazos y no debía sentir que le quitaban el cariño.
También busqué videos en You tube donde aparecían bebés llorando y riendo y se los ponía con volumen alto, sabía de una historia en que una perrita se estresó tanto con el llanto de la guagua que la sacó de la cuna!!. Y por eso quise que Dominga se empezara a acostumbrar a este sonido.
Leí algo en internet y una amiga me contó que había que tratar a la mascota como si fuese un hermano del recién nacido. Así es que cuando Martín entró a la casa, se lo presenté a Dominga, lo puse cerca de su cara y le mostré, dejé que lo oliera, y le dije este es Martín, tu hermanito, a partir de hoy viene  a quedarse con nosotros y debemos cuidarlo mucho ya que es muy pequeño.
También había que hacer cariño y dar snacks a Dominga cuando el niño estuviera en la misma zona que ella, así sentiría un acto placentero y no echarla ni hacerla sentir mal, al contrario, que sintiera que con Martín cerca de ella la cosa era mejor.
Los primeros días, Dominga no lo tomó en cuenta, vivía su vida sin mirar siquiera a Martín, de repente lo sentía llorar e iba a la pieza y miraba la cuna. Sin darme cuenta, empezó a protegerlo, cuando la primera nana de Martín (que no era muy buena) se quedaba con él en la pieza ella iba y se sentaba a su lado sin perderle la vista de encima durante largos ratos, esto lo supe porque teníamos una grabadora en casa.
Ahora procuramos cada vez que salimos a pasear, llevarla cada vez que podamos, siempre salimos los 4. Viajamos con ella en el auto y tomamos algunas precauciones, compré un arnés con cinturón de seguridad para el auto, porque si hay un choque el cuerpo de ella con la velocidad tomaría un peso gigante que podría matar a cualquier persona dentro del auto.

Y nunca olvidar:


  • Desparasitar cada 3 meses
  • Vacunas al día, 1 vez al año, la óctuple, antirrábica o la que corresponda
  • Baño sanitario seguido
  • Cortar el pelo seguido si es de pelaje largo. Si bota mucho pelo, deben darle algún aceite Omega 3 y 6 para que se refuerce
  • Siempre debe tener comida y agua en casa
  • No dejar que el niño golpee a la mascota, ni que se acerque a tomar su plato de comida. Los niños se acostumbran y puede que el perro de la casa no haga nada pero otros sí
  • Pasearla a menudo para reducir el estrés
  • Comprar un cinturón de seguridad para el auto, siempre que viajen con la mascota. O bien llevar en jaula si la mascota está acostumbrada
  • No dejar sólos NUNCA al perro y al niño en la misma pieza
  • Nunca olvidar que el perro es un animal, que no racionaliza, aunque a veces lo veamos como parte de la familia, siempre obedecerá a sus instintos mas básicos


Hay muchas cosas mas que contarles pero esto me ha servido a mi.
Ahora Dominga y Martín se conocen, el tira de sus orejas y ella pone su cabeza para que la acaricie. 
De alguna forma ahora somos una manada.


                                  Martín paseando a Dominga desde su coche



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