Yo no tengo memoria de las cosas de pequeña, se podría decir que mi historia comenzó desde los 7 años, porque desde ahí recuerdo cosas, desde antes casi nada.
Hay muchas cosas que mi mamá me contó, como que cuando era guagua dormí con un pañito con una cara pintada en una esquina y ese era mi tuto, que las mamaderas eran una botella de "pilsener" con un chupete de caucho (hoy existen mamaderas antireflujo, anticólicos, etc y no se usa el caucho sino la silicona). También me cuentan que era llorona y dependiente de mamá, que me caí de la cuna de cabeza un día por tratar de pasarme a otra cama, que era mala muy mala para comer, que fui el conchito no esperado de mis padres, etc.
Hay tantas cosas además que quisiera saber, o que mi mamá me hubiese guardado algún recuerdo de pequeña, un vestido, un pañal (sin caca por supuesto), mi tuto o lo que fuese. De hecho tengo solo una foto mía de guagua, es en blanco y negro y salgo llorando a mares.
No recuerdo que me hayan celebrado algún cumpleaños, ni si tuve algún amiguito de chico mas que mi prima, con la que iba a todos lados.
Me hubiese gustado saber que pensaba mi mamá de mi, que pasaba en la época que nací, creo que habría sido muy bueno conocer mi historia de pequeña y qué pasaba en mi mundo.
A raíz de esto, cuando quedé embarazada de Martín, inmediatamente pensé en guardarle todos sus recuerdos, su primer pelito, su primera ropa, etc pero lo mas importante, decidí contarle quiénes somos y cual fue su historia dentro de mi panza; cuando se movió por primera vez, como fue creciendo y como me hizo sentir, y luego fuera de ella, como son nuestros días, lo duro que ha sido este último mes de nuestro desapego, salacuna y sus enfermedades, las urgencias en el doc, la salida de sus dientes etc. Para eso le estoy escribiendo un cuaderno, que quizás sean mas, con fotos de las eco, nuestras, de él y los recuerdos que tendrá para su vida. Espero poder darle este regalo cuando sea grande y entienda lo que le escribí.
Sin duda será el mejor regalo que pueda hacer a mi hijo, comparto esta idea para los que ya son o serán padres. Nunca es tarde de contarles nuestra historia a los hijos y dejarles un pequeño legado.
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